En ocasiones, la vía lagrimal no es permeable provocando un bloqueo del conducto que transporta las lágrimas desde la superficie del ojo hasta la nariz.
Los síntomas pueden ser:
- Visión borrosa especialmente en la lectura
- Sensación de ojo húmedo
- Lagrimeo constante que aumenta en condiciones adversas (viento, aire acondicionado, calefacción, etc.)
- Conjuntivitis de repetición (varias veces al año)
- Dacriocistitis o infecciones del saco lagrimal, una infección bastante frecuente que produce fiebre, dolor e inflamación.
Esta obstrucción de la vía lagrimal dependiendo del nivel de obstrucción puede tratarse con un sondaje lagrimal o cirugía de dacriocistorrinostomía.